Se lleva a cabo entre las semanas 9 y 11 habitualmente, y sirve para conocer el grupo sanguíneo, detectar posibles anemias o alteraciones de coagulación o las plaquetas, y estudiar las serologías (el estado inmunitario ante algunas enfermedades infecciosas que pueden afectar al bebé).

Se realiza entre la semana 12 y 13 de embarazo y sirve para valorar las diferentes estructuras del cuerpo (brazos, piernas, cerebro, corazón ...) y poder detectar de forma precoz algunas malformaciones. Además, utilizando la medida del embrión se puede concretar la fecha probable del parto. También se evalúan los flujos de sangre que llegan a la placenta. En esta exploración se obtienen dos resultados importantes:

Cribado bioquímico 

Se combinan los datos de la analítica con las de la ecografía y se evalúa el riesgo de que el feto presente alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y el síndrome de Patau. Si el resultado es de riesgo alto, se ofrecen otras pruebas diagnósticas, que incluyen pruebas invasivas como la amniocentesis o la biopsia de corion, o pruebas no invasivas, como el Test Prenatal No Invasivo. El obstetra te informará y te asesorará en función del resultado para poder tomar la decisión con la mayor información posible.

Cribado de preeclampsia

Se combinan los datos de la ecografía con tus datos (peso, talla, tensión arterial, antecedentes médicos...) y se calcula un riesgo personalizado de sufrir preeclampsia, que puede subir la tensión arterial y provocar alteraciones de crecimiento del bebé. Si el resultado fuera de alto riesgo, el tratamiento con ácido acetilsalicílico durante el embarazo ha demostrado reducir su aparición. El obstetra te informará detalladamente si éste fuera tu caso.

Se realiza entre la semana 12 y 16 de embarazo, aunque no se tengan síntomas urinarios para descartar una posible infección que podría afectar al feto. Si detectamos factores de riesgo o si eres <25 años, se realiza también el cribado de enfermedades de transmisión sexual.

Se realiza alrededor de la semana 25. Se evalúa nuevamente un estudio de la sangre para detectar posibles anemias, y repetir serologías si es necesario. Además, se realiza el Test O'Sullivan, que sirve para evaluar la respuesta de tu cuerpo al azúcar. Consiste en beber un líquido dulce, esperar una hora sin beber ni comer y luego se realiza la analítica de sangre. Si el resultado muestra alteración, hay que hacer una prueba más específica para diagnosticar la diabetes, que se realizará otro día y deberás hacer una dieta especial los días previos. Los resultados se darán en la próxima visita.

Se hace alrededor de la semana 20 de embarazo y permite valorar detalladamente la anatomía del bebé, así como la placenta y el líquido amniótico. Es una ecografía importante porque los órganos ya están formados y permite diagnosticar gran parte de las malformaciones fetales. En el caso de diagnosticarse alguna anomalía, te explicamos el significado y pronóstico, y si es necesario se amplía el estudio con analíticas, ecografías más exhaustivas, o amniocentesis. Sin embargo, existen ciertas alteraciones que tienen otra naturaleza y que no se pueden diagnosticar por ecografía (discapacidad mental, problemas metabólicos, cromosómicos, etc.). 

En este momento también evaluamos los flujos de sangre de las arterias uterinas, que nos indican cómo funciona la placenta, y podemos detectar las mujeres con más riesgo de tener algunas complicaciones durante el embarazo (como la preeclampsia o problemas de crecimiento del bebé). En esta ecografía también se te propondrá medir la longitud del cuello del útero mediante una ecografía vaginal, para valorar el riesgo de posibles complicaciones, como la placenta baja, riesgo de parto prematuro, etc.

En Sant Pau realizamos también ecocardiografía (evaluación completa del corazón) o neurosonografía fetal (evaluación completa del cerebro) por especialistas en medicina materno-fetal si es necesario.

Se lleva a cabo entre la semana 34 y 36 de embarazo y resulta útil para valorar el crecimiento, la placenta, la cantidad de líquido amniótico y la posición del bebé. También se realiza un repaso de la anatomía. En caso de que el bebé esté de nalgas, se te derivará a nuestro equipo multidisciplinar de atención en parto de nalgas para valorar individualmente tu caso y explicarte las diferentes opciones disponibles. Nuestro Hospital es un centro de referencia a nivel nacional para la atención de este tipo de embarazos.

Se hace alrededor de la semana 34 y se valora, entre otras cosas, la coagulación de la sangre, que es importante de cara al parto.

Se suele hacer al momento de la ecografía (35-37 semanas) para detectar la presencia de Streptococcus agalactiae. Es una bacteria que puede formar parte de tu flora vaginal y puede afectar la salud del bebé en el momento de nacer. Si se detecta que eres portadora, la recomendación es administrarte antibióticos en el momento del parto.

Coloquialmente conocido como "las correas" se realiza en la fecha probable de parto, a las 40 semanas. Tiene lugar junto a las consultas médicas, y consiste en colocar un cinturón alrededor de la barriga con dos sensores que se conectan a un monitor y registran la frecuencia cardíaca del bebé y las contracciones. En las gestaciones de bajo riesgo, se repite en la semana 41 y posteriormente cada 48h hasta el momento del parto o la inducción. En las gestaciones de alto riesgo es posible que tu obstetra indique comenzar antes con el monitoreo del bebé.

Aunque durante el embarazo es frecuente que aparezcan algunos síntomas leves que no son motivo de alarma, hay que ser consciente de los signos que se consideran señales de alerta y con los que os aconsejamos venir a Urgencias:

• Contracciones regulares o dolorosas antes de la semana 37.
• Pérdidas de sangre o líquido por los genitales.
• Dolor abdominal.
• Fiebre y/o dolor de cabeza intenso.
• Alteraciones de la visión.
• Molestias urinarias.
• Menos movimientos fetales. A partir de la semana 24 de embarazo, deberías notar, diariamente, los movimientos de tu bebé. En este sentido tienes que consultar si:
  • No notas movimiento a las 24 semanas.
  • Percibes un cambio en el patrón habitual del movimiento.
  • Si tienes dudas, te recomendamos estirarte del lado izquierdo después de la comida principal y contar al menos 10 movimientos durante dos horas.

Ante cualquier duda, llama al 061.